Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano de Simón, echando una red en el mar, porque eran pescadores. Y Jesús les dijo: Seguidme, y yo haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando al instante las redes, le siguieron. (Mc 1:16-18).

El Evangelio de Marcos para los estudiosos es una narrativa dinámica. Porque las escenas pasan rápidamente. En nuestro texto de hoy, hemos dejado atrás el encarcelamiento de Juan el bautista y ha comenzado el ministerio de Jesús. Y con ese mismo dinamismo Marcos dice que mientras Jesús caminaba Junto al Mar de Galilea salió pescó para el Reino a cuatro personajes a quienes antes ya había conocido (ver Ev. Juan 1:35-42). Bastó su presencia y sus palabras, para que cayeran en sus redes y para transformar por completo sus vidas, les dio un giro de 180 grados, una nueva razón de ser. Sin embargo, para ser pescadores de hombres ellos tuvieron que sacrificar dos cosas importantes:
- SACRIFICARON UN NEGOCIO RENTABLE. William Barclay, citando al historiador judío Josefo, dice que “por aquellos días había 330 barcas de pesca en las aguas del lago. Las personas corrientes de Palestina rara vez comían carne, probablemente no más de una vez por semana. El pescado era su dieta diaria”. Además los romanos consumían pescado en abundancia, lo cual implica que tenían un negocio rentable, aun así, al escuchar la voz del Maestro estuvieron dispuestos a dejarlo todo para convertirse en pescadores de hombres como Él.
- SACRIFICARON A SU FAMILIA. Si seguimos la narrativa, los vs 19-20, dice que Jesús a Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo. Estos a diferencia de los primeros, no estaban pescando, estaban remendando las redes. Pero de la misma manera que los primeros, al escuchar al Maestro, abandonaron su negocio y también a su padre por salir a pescar con Jesús.
A PESCAR SE HA DICHO, es una forma alegórica de recordarnos la misión que el Señor nos encomendó de: “Ir y hacer discípulos a todas las Naciones…” También para cuestionarnos sobre nuestro quehacer cristiano: ¿Qué estamos sacrificando para llevar a cabo esta labor? ¿Familia, dinero, tiempo? ¿Cuán comprometidos estamos con esta Santa Vocación?
Dios nos permita a no ser indiferentes ante el llamado y a que nuestras redes no permanezcan rotas y guardadas.
A PESCAR SE HA DICHO, es una forma alegórica de recordarnos la misión que el Señor nos encomendó de: “Ir y hacer discípulos a todas las Naciones…” También para cuestionarnos sobre nuestro quehacer cristiano
Semillas de Fe
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Semillas de Fe.