DISTRACCIONES PELIGROSAS (Tiempo estimado de lectura 6 minutos)

Entretanto que llego, ocúpate en la lectura de las Escrituras, la exhortación y la enseñanza. (1 Timoteo 4:13). 

Decir: «estoy ocupado» se ha convertido en una de nuestras mejores herramientas para evadir responsabilidades. La mejor de todas diría yo. La usamos para excusarnos por incumplimiento de compromisos, para disfrazar nuestra pereza y para cientos de cosas más. Aunque es posible que verdaderamente estemos ocupados, hay que preguntarse ¿son ocupaciones que valen la pena? O ¿Estamos ocupados en trivialidades? 

En nuestro texto de hoy quiero que veamos que Pablo le manda a Timoteo a ocuparse, no en trivialidades, sino en tres asuntos importantes, (1) La lectura publica de las Escrituras, (2) la exhortación de los hermanos de la iglesia (3) la enseñanza a la iglesia (énfasis añadido, basado en el esquema litúrgico practicado en sinagogas e iglesia naciente). 

El verbo traducido ocúpate procede del vocablo en griego προσέχω el cual también nos da la idea de prestar cuidadosamente atención a… o entregarse por completo a alguna tarea que requiere cuidado…

Lo que Pablo buscaba al mandarle esto a Timoteo en estos tres asuntos vitales era que estuviera enteramente enfocado en su labor pastoral. Como si fuese un neurocirujano que no puede distraerse en banalidades porque podría perder a su paciente. O como lo hace un fabricante a mano de relojes suizos. En otras palabras, Pablo quería que Timoteo se entregara adictivamente a la lectura, exhortación y enseñanza de la iglesia. 

El hecho de que nosotros, queridos lectores, no estemos desarrollando un ministerio pastoral, no nos excusa para evadir la responsabilidad de entregarnos por completo a la lectura de las Escrituras, o a la exhortación de nuestros hermanos en la fe, o la enseñanza de la Palabra de Dios. Cada creyente, en cualquier parte del mundo, en cualquier labor que realice esta llamado a ocuparse en esto para el crecimiento personal, el desarrollo eclesiológico y para la Gloria de Dios. 

Cada creyente, en cualquier parte del mundo, en cualquier labor que realice esta llamado a ocuparse en esto para el crecimiento personal, el desarrollo eclesiológico y para la Gloria de Dios

Semillas de Fe

Concluyo preguntándote: ¿Qué clase de ocupaciones tenemos? ¿Son las ocupaciones del Reino o son ocupaciones banales como las redes sociales, juegos electrónicos o el internet? ¿Son las banalidades de este tiempo lo que no te permite ocuparte de lo que glorifica a Dios? 

Oremos… Señor reconocemos delante de Ti que hemos estado más ocupados en lo que no te glorifica que en lo que si lo hace. Por eso Señor te pedimos perdón, no sin antes pedirte que nos ayudes a través de Tu Santo Espíritu a volver a las Escrituras, para escudriñarlas, atenderlas y vivirlas. Oramos en el Nombre de Jesús… Amén. 

Espero que tu corazón sea buena tierra para que esta Semilla de Fe caiga, germine, crezca sanamente y de fruto al ciento por uno. Mientras tanto yo me despido como siempre diciéndote: ¡Haz tú lo posible y deja que Dios haga lo imposible!

Semillas de Fe

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